Como potabilizar el agua para evitar las enfermedades.
La desinfección del agua se usa para evitar el crecimiento de organismos patógenos y proteger la salud publica. La elección del desinfectante depende de la calidad de agua individual y sistema de suministro del agua. Sin desinfección, el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua aumenta.
El agua limpia es un requisito fundamental para la reducción de enfermedades transmitidas por el agua. Es un hecho que la existencia de enfermedades transmitidas por el agua puede ser muy reducida si se dispone de agua limpia y convenientemente potabilizada.
De allí que la desinfección del agua consiste en matar o eliminar los patógenos presentes en el suministro del agua y prevenir que crezcan de nuevo en los sistemas de distribución. La desinfección se usa para evitar el crecimiento de organismos patógenos y proteger la salud publica. La elección del desinfectante depende de la calidad de agua individual y sistema de suministro del agua. Sin desinfección, el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua aumenta.
Cuando no estemos seguros de su procedencia y desinfección, podemos realizar una potabilizacion relativamente sencilla de diversas formas con el objetivo de destruir los microbios o parásitos que se encuentren en ella, y que pueden causar enfermedades a las personas. Estas son algunas de las mas populares.
Filtración: Como paso previo a cualquier tratamiento de potabilizacion, es necesario eliminar las materias en suspension que pueden ocasionar la contaminación del agua, Un filtro con material cerámico impregnado de plata para impedir el crecimiento de bacterias es muy eficaz contra bacterias y parásitos disueltos en el agua, pero no contra virus.
Ebullición. Constituye el método mas popular, y relativamente eficaz porque todas las bacterias mueren o se inactivan cuando el agua alcanza su punto de ebullición (100º C). Se recomienda hervir el agua durante 10 minutos. Luego de hervir el agua, es imprescindible prevenir otras probables fuentes de contaminación.
Durante 10 minutos la temperatura a la que llega es suficiente y es adecuada para destruir todos los organismos causantes de enfermedades intestinales. Es un procedimiento sencillo pero caro, por el consumo de combustible.
La turbiedad puede interferir en el proceso de desinfección y si hay partículas presente, éstas pueden proteger a los microorganismos.
La filtración como tratamiento preliminar aumenta la efectividad del sistema.
Cloración: El cloro no sólo es uno de los desinfectantes más efectivos para el agua potable, sino también uno de los más baratos. Es muy eficaz contra las bacterias relacionadas con enfermedades transmitidas por el agua.
A las dosis habituales es útil contra bacterias y virus, pero no contra protozoos ni sus formas quísticas, para estos últimos son necesarias dosis más elevadas, se trata de un procedimiento relativamente lento y se inactiva parcialmente por las substancias orgánicas presentes en el agua. Es la manera mas popular de desinfeccion y se utiliza hipoclorito sodico.
La forma más sencilla de aplicar cloro al agua es con pastillas o en soluciones concentradas. Después de la aplicación del hipoclorito, el agua debe mezclarse bien y dejarse reposar 30 minutos para que el cloro entre en contacto con los microorganismos.
La turbiedad puede interferir en el proceso de desinfección y si hay partículas presente, éstas pueden proteger a los microorganismos.
La filtración como tratamiento preliminar aumenta la efectividad del sistema.
Iodación: El yodo, es un desinfectante excelente para el agua. Es eficaz contra las bacterias, los virus y otros microorganismos de enfermedades transmitidas por el agua. Sin embargo, su disponibilidad y uso han sido limitados. Su costo es de 6 a 10 veces mayor que el cloro. El empleo de una solución de 2 % de tintura de yodo es un medio práctico para desinfectar agua en pequeñas cantidades.
Representa tres ventajas: a) es más fácil de manejar que el hipoclorito sodico, b) se inactiva menos que el cloro por substancias orgánicas, c) protege contra protozoos y sus formas quísticas, lo que lo hace especialmente útil en montañas tropicales. La destrucción de microorganismos por el yodo no depende sólo de la concentración, sino que además depende del tiempo de contacto (cada microorganismo necesita un tiempo de contacto diferente) y de la temperatura del agua, es necesaria una concentración más elevada a temperaturas bajas o bien un mayor tiempo de contacto.
Después de la aplicación del yodo, el agua debe mezclarse y dejarse reposar durante 15 a 20 minutos.
La turbiedad puede interferir en el proceso de desinfección y si hay partículas presente, éstas pueden proteger a los microorganismos.
La filtración como tratamiento preliminar aumenta la efectividad del sistema.
El agua tratada con yodo es apropiada para el lavado de las hortalizas. Normalmente se recomienda que se laven y se dejen reposar en una solución durante unos 10 minutos.
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